Andes Resilientes al Cambio Climático

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ECUADOR

Ecuador inicia la Ruta del Patrimonio Alimentario Regional con la emblemática colada morada

Andes Resilientes incorpora un enfoque innovador para fortalecer la resiliencia y adaptación de la agricultura familiar campesina en los Andes

En Ecuador, el patrimonio alimentario es mucho más que una tradición: es una expresión viva de la identidad cultural, del vínculo de las comunidades con la biodiversidad andina y del rol esencial que cumple la agricultura familiar campesina (AFC) en la sostenibilidad alimentaria del país. En este marco, el proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático inicia en Ecuador la Ruta del Patrimonio Alimentario Regional (PAR), una propuesta innovadora que busca visibilizar cómo los alimentos emblemáticos de los Andes nacen, se sostienen y evolucionan gracias al trabajo de las familias agricultoras y a la riqueza de los ecosistemas altoandinos.

Una de estas expresiones emblemáticas es la colada morada, bebida tradicional que cada 2 de noviembre une a las familias ecuatorianas durante el Día de los Difuntos. Su preparación —a base de harina de maíz morado, frutas como moras, mortiños, naranjilla y piña, además de hierbas aromáticas como hierba luisa, cedrón, hojas de naranja y arrayán, y especias como canela, clavo de olor y pimienta dulce— es una herencia transmitida por generaciones. Esta bebida se acompaña tradicionalmente de las guaguas de pan, reafirmando su profundo simbolismo comunitario y cultural.

Pero detrás de la colada morada existe una historia que suele pasar desapercibida: la de la biodiversidad agrícola y la AFC que la sostiene. Los maíces ancestrales —incluido el maíz morado—, las frutas nativas altoandinas como el mortiño, o las hierbas aromáticas cultivadas en ecosistemas frágiles, dependen del manejo tradicional y de los conocimientos locales para persistir frente a los efectos del cambio climático. Por ello, la colada morada se convierte no solo en un plato representativo, sino en una puerta de entrada para comprender la interdependencia entre cultura, biodiversidad y resiliencia climática.

Con la Ruta del PAR en Ecuador, Andes Resilientes busca documentar, valorizar y difundir estas prácticas y saberes desde una mirada que conecta patrimonio alimentario, adaptación al cambio climático y medios de vida sostenibles. El enfoque reconoce que proteger y revitalizar alimentos emblemáticos es también fortalecer la base productiva que los hace posibles: los suelos, las semillas nativas, las técnicas agroecológicas y los sistemas de producción campesinos que enfrentan hoy sequías, heladas, variabilidad climática y pérdida de biodiversidad.

Esta ruta marca el inicio de un proceso regional que integra a Perú, Ecuador y Bolivia, promoviendo intercambios de conocimiento, visibilizando prácticas exitosas y abriendo oportunidades para que el patrimonio alimentario se convierta en un motor de resiliencia para las comunidades andinas. Desde Ecuador, la colada morada representa el primer paso simbólico y práctico de este recorrido: un alimento que resume historia, identidad, diversidad y la capacidad de adaptación de los pueblos andinos.

Andes Resilientes reafirma así su compromiso con una agricultura familiar campesina fuerte, diversa y resiliente, que continúe siendo la base del patrimonio alimentario andino y una aliada clave frente al cambio climático.