Ecuador
Las mujeres rurales cultivan futuro: hacia una política pública transformadora en Ecuador
En Ecuador, las mujeres rurales son el corazón del campo y el motor de una transformación profunda. Así lo demostró el Taller Nacional del Programa de Apoyo a las Mujeres Rurales (PAMUR), que reunió a lideresas campesinas de distintas regiones y a representantes de instituciones gubernamentales, en un espacio clave para avanzar hacia una política pública con enfoque de género, interseccionalidad y justicia territorial.
Organizado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con el apoyo de la FAO Ecuador y el Proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático, el taller permitió validar técnicamente los contenidos de una propuesta de política pública que busca posicionar a las mujeres rurales como actoras centrales de la soberanía alimentaria, la resiliencia climática y el desarrollo rural sostenible.
Diálogo, propuestas y participación real
Durante la jornada, 12 organizaciones nacionales participaron activamente en el análisis y enriquecimiento de la propuesta, mediante una metodología participativa e integradora. A través de dinámicas de sensibilización —como juegos de roles y ejercicios sobre oportunidades y desigualdades— se reflexionó colectivamente sobre las brechas que enfrentan las mujeres rurales y las formas concretas de superarlas.
Uno de los momentos más inspiradores fue el testimonio de Patricia, una emprendedora rural de Cotopaxi, quien compartió su experiencia transformadora en el cultivo y la valorización del arándano junto a otras mujeres de su comunidad. Hoy, gracias a su iniciativa y perseverancia, comercializan una gama de productos como mermeladas, jugos, yogures, vinos y hasta chocolates a base de arándano, demostrando que desde la ruralidad se puede innovar, emprender y liderar.
Una política con múltiples actores
La propuesta de política presentada se estructura en distintos ejes, que no solo competen al Ministerio de Agricultura, sino que involucran de forma activa a otros sectores como salud, educación, ambiente y la cartera de la mujer, evidenciando un enfoque multisectorial e integral. Esta articulación interinstitucional es clave para garantizar que las mujeres rurales accedan a más y mejores oportunidades.
Además, el evento permitió destacar el rol de la producción agroalimentaria de las mujeres rurales: los alimentos entregados a los asistentes provinieron de organizaciones de agricultura familiar campesina lideradas por mujeres, como un gesto concreto de reconocimiento a su trabajo y aporte al país.
El compromiso de Andes Resilientes
Desde el Proyecto Andes Resilientes reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de políticas públicas inclusivas, que reconozcan el rol estratégico de las mujeres rurales como guardianas de saberes ancestrales y productoras clave para la seguridad alimentaria.
Nuestro apoyo se traduce en asegurar su participación real y representativa en estos espacios, como fue la presencia activa de lideresas campesinas durante el taller; en visibilizar sus voces, como la de Patricia; y en promover un enfoque integral que trascienda el cambio climático e incida en todos los ámbitos que afectan sus vidas.
Como se expresó durante la mesa directiva del evento, una política no tiene sentido si no regresa a su origen. Por eso, desde Andes Resilientes impulsamos que este proceso continúe en diálogo directo con las mujeres rurales, asegurando que la política refleje sus realidades, aspiraciones y saberes, y que su implementación se nutra permanentemente de su experiencia.
Esta acción se enmarca en la planificación anual del proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático, una iniciativa regional de la Sección Clima, Reducción del Riesgo de Desastres y Medio Ambiente de la Cooperación Internacional de Suiza – COSUDE, desde el Hub Regional Lima e implementada por el consorcio Helvetas Swiss Intercooperation y Fundación Avina, que trabaja en Bolivia, Ecuador y Perú.