BOLIVIA
Necesitamos relacionarnos de forma «inteligente» con nuestra Madre Tierra
21. abril 2021
Hoy 22 de abril el calendario marca el Día Internacional de la Madre Tierra, en un momento en el cual en medio de la pandemia por COVID-19, las señales muestran un evidente agotamiento del planeta, el cual se expresa de diversas formas, entre ellas el desgaste de los recursos naturales, la carencia de agua en muchos contextos, así como la vulnerabilidad a nivel de seguridad alimentaria. Para la experta en temas vinculados a recursos naturales de HELVETAS Swiss Intercooperation en Bolivia, Maria Reneé Pinto, actual Coordinadora en Bolivia del proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático, cada año estamos consumiendo 30% más de recursos que la Tierra logra regenerar, por otro lado las ciudades en el mundo están experimentando crisis del agua y un incrementó en la extracción de recursos subterráneos, lo que está reduciendo el nivel de este líquido vital.
Sin duda el panorama es preocupante, sobre todo si se observa la sentencia del Informe del grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático IPCC quien al respecto a los efectos que produciría un Calentamiento Global de 1.5 oC, concluye en “una llamada de atención enérgica que nos haga reaccionar” y confirma que el “cambio climático va más rápido que nosotros y se nos está acabando el tiempo”. Para efectuar un análisis coherente es necesario tomar en cuenta los niveles preindustriales y las trayectorias correspondientes que deberían seguir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, tomando en consideración el contexto del fortalecimiento de la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, el desarrollo sostenible y los esfuerzos por erradicar la pobreza.
¿Por qué es importante referirnos al cambio climático en el contexto actual?
MRP. El cambio climático es un fenómeno “inequívoco”, presente en nuestras vidas, que causa trastornos y desastres naturales, ocasionando tragedias desde lo económico y social, los cuáles se visibilizan fuertemente en las naciones y pueblos más empobrecidos. Por ello, cuidar el planeta deja de ser una retórica o un concepto que manejamos desde años bajo la lógica de la “sensibilización”; es una urgencia que demanda cambios profundos a nivel estructural e integral, desde lo social, económico, político y cultural.
¿Qué significa ser resiliente?
MRP. Los severos impactos del cambio climático están incrementando la desigualdad en diferentes sectores y es evidente de las poblaciones más pobres son las que enfrentan mayor vulnerabilidad. Por ello hablar de resiliencia es definitivamente una necesidad de vida, ya que es una habilidad que permitirá absorber de la mejor manera posible estas perturbaciones y poder avanzar hacia la adaptación y mitigación ante los disturbios climáticos. Cultivar esta habilidad mejora nuestras capacidades de adaptación al cambio climático, porque necesitamos relacionarnos de forma «inteligente» con nuestra Madre Tierra, pues somos parte de ella. En ese marco, las mujeres son uno de los grupos con mayor vulnerabilidad al cambio climático, sobre todo porque en ellas además recaen las responsabilidades en relación al agua, la alimentación y la energía, factores clave al momento de hablar de cambio climático. Sin embargo, las mujeres han demostrado una alta capacidad de resiliencia al Cambio Climático, a partir de su efectiva participación por ejemplo en los Andes, en sistemas agroalimentarios climáticamente inteligentes.
Hablando de los Andes ¿cómo aportan al equilibrio en el planeta?
MRP. Según Hoffmann (2020) en los Andes bolivianos, el cambio climático está afectando el ritmo del retroceso de los glaciares, más del 50% del área glaciar se ha perdido en los últimos cuarenta años debido al cambio climático. Esto puede disminuir significativamente la cantidad de agua de deshielo glacial disponible para arroyos y acuíferos que son críticos para los ecosistemas y las comunidades agrícolas de la región. A su vez el cambio climático además está afectando los patrones de lluvia, la cobertura de nubes y la velocidad del viento. En este escenario, la agricultura campesina y los sistemas de pastoreo a gran altitud son particularmente vulnerables y enfrentan amenazas crecientes porque dependen en gran medida de los recursos sensibles al clima, como el agua, el suelo y la biodiversidad, así como la escasez de tierras de cultivo. Sumado a lo anterior, las comunidades rurales de esta región están amenazadas por la incertidumbre económica. Ante este panorama, muchos agricultores han elegido la migración temporal y permanente a los centros urbanos cercanos como estrategia de adaptación. Si bien la variabilidad climática y la escasez de agua, por sí solas no impulsan de forma directa la migración, está por lo general está asociada a la presencia adicional de otros factores de estrés, que afectan la producción agrícola y la seguridad de los medios de vida.
Ante este panorama desalentador es pertinente recordar que más de 40 millones de personas dependen de los ecosistemas de los Andes Tropicales, pues su valioso aporte reside en que se constituyen en una increíble fuente de agua dulce, alimentos, riqueza, cultura y funciones ambientales, que lo convierte en una alta zona de biodiversidad a escala global, que alberga una riqueza extraordinaria de especies (hotspot). Esta es una buena noticia en medio de tanta negatividad, por ello es importante tomar acciones rápidas que minimicen el avance de los gases de efecto invernadero y todo lo que implica el Cambio Climático en sí.
¿Es el Día Internacional de la Madre Tierra, qué tareas urgentes debemos marcar?
MRP. Ser corresponsables, con el manejo sustentable de los recursos naturales y el cuidado de la Madre Tierra, porque es una prioridad de todos. A su vez necesitamos establecer compromisos, que garanticen que las futuras generaciones cuenten con un entorno sano. Ser corresponsable implica actuar de forma consciente, respetuosa y teniendo en cuenta que requerimos avanzar hacia la sostenibilidad desde la igualdad, y como marca la Agenda 2030, sin dejar a nadie atrás.
El proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático es impulsado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE),y se ejecuta en Bolivia, Ecuador y Perú. Su facilitación está a cargo del consorcio HELVETAS Swiss Intercooperation y la Fundación AVINA, en asocio con el International Institute for Sustainable Development (IISD) y en alianza estratégica con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola FIDA.
hay más de 1.500 variedades de papa que se cultivan en el país, las cuáles son de todo tipo. Es impresionante cómo estas variedades han sido usadas en el área rural permitiendo tener alimento durante los 365 días del año, y esto no sucede con otro tipo de alimentos
Héctor Arce
Presidente de la Comisión de Región Amazónica, Tierra, Territorio, Agua, Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados
En el marco de dos proyectos importantes que desarrolla HELVETAS Swiss Intercooperation como son Andes Resilientes al Cambio Climático, y Papas Nativas, la titular de la institución suiza precisó la importancia de la producción y consumo de papas nativas que aportan a la seguridad alimentaria desde acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Por su parte Paola Flores, Coordinadora Nacional del Centro Internacional de la Papa (CIP), indicó que existen varios factores que inciden en la pérdida de la biodiversidad e impactan en la agricultura como “las temperaturas altas que principalmente afectan al cultivo de la papa”. Flores destacó que Bolivia tiene índices altos de malnutrición y obesidad, y existen muchas maneras en las cuáles la papa puede mitigar parte de estos problemas vinculados a la salud.
En la misma línea, José Luis Pereira, Oficial Nacional de Programas de la Cooperación Suiza en Bolivia, precisó la importancia estratégica de este tipo de procesos de desarrollo de capacidades que promueve el apoyo suizo, siendo fundamental el fortalecimiento del recurso humano hacia una mejor articulación intersectorial.
Quien también mencionó que estos cursos fortalecen las capacidades del personal técnico, logrando mejores profesionales que saquen adelante el sector agropecuario.
Los docentes del curso fueron profesionales de alto nivel, tanto del MDRyT, del Viceministerio de Inversión Pública y Financiamiento Externo (VIPFE), también participaron como facilitadores la Universidad Indígena Boliviana Aymara (UNIBOL) “Tupak Katari”, el proyecto de Andes Resilientes, Helvetas Bolivia, Swisscontact y el IICA.
El 22 de abril del 2022, se realizó el acto de entrega de diplomas de postgrado del Curso de Alto Nivel en Formulación, Gestión y Evaluación de Proyectos Agropecuarios a los 170 funcionarios y funcionarias que finalizaron el curso de manera satisfactoria. El Director General de Desarrollo Rural, Orlando Achu, representante del MDRyT, al aperturar la acción mencionó lo siguiente,